El día por fin llegó, miles de personas presenciaron el momento exacto del enlace matrimonial del príncipe Harry y Meghan Markle.

La Capilla St. George en el Castillo de Windsor fue el lugar que viera la sagrada unión entre el príncipe y la ahora duquesa de Sussex; en su exterior miles de asistentes esperaron la llegada de cada uno de los invitados a este magno evento, pero la conmoción fue evidente cuando el auto que la novia abordaba desfiló en camino al castillo, con una sonrisa en el rostro la actriz estadounidense saludo a los asistentes durante su recorrido por ‘The Long Walk’.

Del brazo del Príncipe de Gales, Carlos, la hermosa novia llegó a la capilla donde se escuchaban las trompetas entonar los acordes que por generaciones han acompañado a las novias reales, en una majestuosa ceremonia oficiada por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby y en compañía de la familia real, celebridades cernas y personalidades importantes de la nobleza, los novios se dieron el sí acepto.

Al finalizar la ceremonia los ya esposos se dieron un romántico beso afuera de la capilla y posteriormente abordaron una carroza Ascot-Landau para realizar un recorrido por los alrededores del Castillo de Windsor que duró aproximadamente 25 minutos. Harry sería el último miembro de la realeza en contraer matrimonio, por lo que esta gran celebración marca el final de estos eventos reales, por lo menos hasta que los pequeños príncipes crezcan.

Esta boda fue una de las más controversiales de la historia debido a que Meghan no entraba dentro de los estándares reales tradicionales por muchas razones, pero más allá de las etiquetas y reglas, el príncipe Harry pudo contraer matrimonio con la mujer de su vida y más de 1,400 millones de personas pudieron ser parte de este momento a través de sus televisores, que sin importar la diferencia de horario los acompañaron desde distintos países del mundo.