La famosa gorila Koko fue conocida por su extraordinario domino del lenguaje de señas, por el cual podía comunicarse.

EL pasado martes esta embajadora de la especie falleció y según reporta Gorilla Foundation, Koko murió a los 46 años  mientras dormía en la reserva de la fundación en las montañas de Santa Cruz, California.

Esta bella gorila enamoró a millones al rededor del mundo y fue una pieza clave para los programas de protección de su especie, que por cierto, todavía se encuentra en peligro de extinción; su carisma y empatía para convivir con el mundo ayudó a crear conciencia y sensibilizar a los humanos, no solo en el cuidado y protección de los gorilas, sino también en el amor por todos los seres vivos y ecosistemas que se encuentran en este mundo. Esta misma conexión que lograba con el público la catapultó para ser estrella de muchos documentales  y aparecer en dos ocasiones en National Geographic.

Koko aprendió más de dos mil palabras en inglés y utilizaba poco más de mil signos para expresarse, Francine Patterson, fue quién le enseño este lenguaje  en 1972 y bajo un entrenamiento conductual que reforzaba sus estímulos con operantes positivos, está inteligente primate logró aprender rápidamente el idioma, posteriormente se instruyó en la Universidad de Stanford, donde no sólo ella siguió aprendiendo, sino que también ayudó a impulsar el estudio de los gorilas en la misma universidad.

Koko siempre mostró amor y a pesar de tener muchos peluches, también pudo tener cachorros de otras especies bajo su cuidado, donde demostró su hermoso instinto maternal, inclusive tuvo tres bebés, el primero un gatito al que ella mismo nombró ‘All Ball’, y posteriormente dos más que fueron llamados ‘Mr. Grey’ y Mr. Black’.

Otra de sus grande amistades fue el actor Robin Williams; ellos fueron presentados en el año 2001, y su química fue inmediata estableciendo una bella amistad que fue descrita por quienes la cuidaban, como sumamente reconfortante para ella, ya que había pasado por un tiempo difícil después de perder a su amigo ‘Micheal’; después de que se supo que el actor había fallecido, Koko estuvo triste durante mucho tiempo.

Es increíble el efecto que un animal puede tener sobre las personas y aún más todas las cosas que podemos aprender a través de ellos; la fundación confirmó que honrara el legado de Koko con una aplicación de lenguaje de señas con Koko para el beneficio de gorilas y niños, además de próximos proyectos inspirados en ella. ¡Gracias Koko por enseñarnos a respetar la naturaleza!