Desde 1997 la OMS (Organización Mundial de la Salud), estableció al 11 de abril como el Día Mundial del Parkinson, con el objetivo de generar conciencia sobre los síntomas que se presentan con esta enfermedad y las necesidades que padecen las personas enfermas por este mal.

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa en donde las neuronas dopaminérgicas son deterioradas por lo que los movimientos musculares y el control del sistema nervioso central son principalmente afectados.

Aunque todavía no existe una cura, lo que sí es posible es controlar esta enfermedad mediante medicamentos que aumentan el nivel de dopamina, dietas sanas, ejercicio físico y tratamientos específicos de fisioterapia que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.

La Fundación para la Enfermedad de Parkinson en Estados Unidos calcula que existen más de 10 millones de personas diagnosticadas con esta enfermedad en el mundo, además las cifras muestran que esto ha afectado más a hombres que a mujeres, por otro lado aunque es cierto que la mayor parte de personas que viven con Parkinson son adultos mayores de 50, no es una enfermedad exclusiva de la edad, ya que también existen casos de personas jóvenes con este padecimiento.

La idea es que la sociedad haga conciencia sobre lo necesario que es someterse a una terapia física y cambiar hábitos alimenticios y de sedentarismo cuando se diagnóstica ésta enfermedad, por otra parte la participación familiar y de la sociedad siempre es de suma importancia.